Como siempre cuando uno emprende un viaje, llegar o alcanzar la meta parece lo más importante. Sin embargo, se vuelve relativo con el paso del tiempo, siendo lo realmente importante cada paso dado.
Todos llegarán a Canadá con ganas de subir a lo más alto del podio, sin embargo no todos podrán hacerlo, este será un lugar para unos pocos elegidos en esta oportunidad.
Aunque es muy difícil verlo en estos momentos, todos los competidores ya ganaron, estar ahí vestidos con los colores nacionales, representando a cada uno de sus países, en una competencia deportiva de este nivel, es una experiencia única fascinante y altamente recompensadora, cada paso en este campeonato quedará como un recuerdo grabado para siempre que los acompañará por el resto de sus vidas.
Obviamente para competir aquí hay que haber atravesado por un período de entrenamiento riguroso, espartano, tener mucho coraje, mucho poder y el poder que es el ingrediente principal de la experiencia humana, tiene una influencia decisiva en todos los aspectos de nuestra vida y es tan fundamental para nosotros como el aire o el agua y los competidores, todos ellos, lo poseen en grandes cantidades, independientemente de los resultados en esta oportunidad.
Como siempre cuando uno emprende un viaje llegar o alcanzar la meta parece lo más importante, sin embargo se vuelve relativo con el paso del tiempo y lo importante es cada paso dado. Este campeonato será una nueva oportunidad de poner de manifiesto los valores auténticos del verdadero TKD, comportándonos con responsabilidad, disciplina, humildad, ética, comportamiento moral, caballerosidad, juego limpio en la competencia, respeto por el rival, y un respeto absoluto por lo principios del TKD.